Esforcémonos diligentemente por imitar el buen ejemplo de este ciego, que no pidió honores, riquezas u otras ventajas mundanas, sino sólo para recibir la vista; para que él pueda contemplar la luz con los ángeles benditos, a los cuales solo la fe puede conducirnos. (Ven. Beda) --- En esta peor oscuridad que la de Cimeria, ¡¡¡qué pocos se encuentran, que oran como deben por esta luz de fe tan necesaria !!!

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