Amén, les digo. San Jerónimo comenta, que estas palabras de nuestro Salvador parecen contradecir otra parte de la Escritura, donde se dice, Abraham deseaba ver mis días; los vio y se regocijó. Pero San Jerónimo responde así a su propia objeción: Abraham ciertamente vio mis días, pero sólo de una manera oscura, en un enigma, pero no en la realidad, mientras tú tienes a tu Señor contigo; habla con él y lo interroga a gusto.

(Santo Tomás de Aquino) --- Cristo declara a sus discípulos más bienaventurados que los antiguos patriarcas y profetas ... Lo dicen sólo por la fe, pero los discípulos con sus ojos corporales. (San Juan Crisóstomo)

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