El rey Herodes el Grande, de apellido Ascalonita, era un extranjero, pero un prosélito de la religión judía. San Jerónimo. --- esta ciudad se llama Belén de Judá, para distinguirla de otra Belén, que estaba situada en la división de la tribu de Zabulón. (Haydock) Sabios. [1] Tanto el texto en latín como en el griego pueden significar filósofos y astrónomos sabios, que es la exposición común. La misma palabra también se toma muchas veces para un mago o adivino, como se aplica a Simón, (Hechos viii.

9,) y a Elimas, Hechos xiii, ver. 6. y 8. Algunos intérpretes antiguos piensan que estos mismos hombres podrían haber sido magos antes de su conversión. Ver un Lapide, etc. --- Desde el este. Algunos dicen de Arabia, otros de Caldea, otros de Persia. Los buzos intérpretes hablan de ellos como si hubieran sido reyes, príncipes o señores de unos pequeños territorios. Ver Baron. un. I. secta. 29. Tillemont, nota 12.

en Jesucristo. El número de estos sabios es incierto. San León, en sus sermones sobre la Epifanía, habla de ellos como si hubieran sido tres, quizás debido a sus triples ofrendas. Lo que se menciona en escritores posteriores como sus nombres, tiene aún menos autoridad, como observó Bol [] andus. También hay opiniones muy diferentes en cuanto al momento en que se les apareció la estrella a estos sabios, ya sea antes del nacimiento de Cristo, o sobre el momento mismo en que nació, lo que parece más probable.

Los intérpretes están nuevamente divididos en cuanto al año y día del año en que llegaron a Belén y adoraron al Salvador del mundo. Algunos piensan que no hasta dos años después del nacimiento de Cristo. Ver San Epifanio hær. xxx. num. 29. p. 134. Y San Jerónimo relata la masacre de los Santos Inocentes en ese momento en su crónica. Pero dando por sentado que los magos llegaron a Jerusalén y a Belén el mismo año en que nació Cristo, no se sabe con certeza en qué día del año le adoraron en Belén.

Es cierto que la Iglesia Latina, desde la cuarta o quinta edad, ha celebrado la fiesta de la Epifanía el día 6 de enero. Pero cuando se dice en el oficio de ese día: Hoy una estrella llevó a los sabios al pesebre, sólo puede tener este sentido, este día lo guardamos en memoria; especialmente desde que leemos en un sermón de San Máximo (designado para ser leído en el Breviario Romano el quinto día dentro de la octava de la Epifanía) estas palabras: Lo que sucedió en este día, él sabe que lo causó; sea ​​lo que sea, no podemos dudar que se hizo a nuestro favor.

Los magos, en el versículo 11, encontraron a Jesús en Belén, donde su bendita madre permanecería cuarenta días, hasta que expirara el tiempo de su purificación. Y parece más probable que los magos vinieran a Belén en ese tiempo, en lugar de dentro de los trece días después del nacimiento de Cristo: porque si hubieran venido tan pronto después del nacimiento de Cristo, y se les había ordenado que fueran a hacer una diligente investigación en Belén, que no estaba a más de cinco millas de Jerusalén, difícilmente se puede imaginar que un príncipe tan desconfiado y celoso como Herodes, hubiera esperado casi un mes por su regreso sin buscar al rey recién nacido.

Pero es probable que, nuevamente alarmado por lo ocurrido cuando Jesús fue presentado en el templo en la purificación de su madre, diera por tanto esas órdenes crueles y bárbaras para la masacre de esos infantes inocentes. (Witham)

[BIBLIOGRAFÍA]

Magos, griego: oi Magoi.

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