Pocos elegidos: sólo los que no despreciaron a su interlocutor, sino que lo siguieron y le creyeron; porque los hombres no creyeron, sino por su propia voluntad. (San Agustín, lib. I, ad Simplic. Q. Ii.) (Bristow) --- De ahí el rechazo de los judíos y de los cristianos negligentes, y la conversión de los extraños, que vienen y toman su lugar, por una conversión tanto de fe como de moral. De parte de Dios todos son llamados.

(Mateo xi. 28.) Venid a mí todos, etc. De hecho, muchos, después de su llamado, han alcanzado la fe y la justificación; pero pocos, en comparación, son elegidos para la gloria eterna, porque la mayor parte no obedece el llamado, sino que se niega a venir, mientras que muchos de los que vienen se apartan de nuevo; y así, muy pocos, en comparación con los que perecen, serán seleccionados en el último día para la gloria eterna. (Tirino)

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