En esa misma hora, etc. La razón por la que los príncipes judíos no se apoderaron de nuestro Señor en el templo fue porque temían a la multitud; por lo cual Jesús se retiró para darles la oportunidad, tanto de las circunstancias del lugar como del tiempo, de aprehenderlo: mostrándonos así que sin su permiso no podrían ni siquiera poner un dedo sobre él. El evangelista nos informa en el siguiente versículo del motivo de esta conducta; para que se cumplieran los escritos de los profetas. (San Juan Crisóstomo) Véase Lucas xxii. 53.

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