Y todo el mundo puede estar sujeto a Dios. Es decir, Dios permitió estos pecados en todos los hombres, para que la santificación y la salvación procedieran únicamente de Cristo, el Redentor de todos los hombres, para que ni judíos ni gentiles fueran justificados, sino por el don gratuito y generoso de su gracia. Véase San Juan Crisóstomo. [2] (Witham)

[BIBLIOGRAFÍA]

Ut subditus fiat omnis mundus Deo, griego: upodikos genetai. o upodikos kurios legetai, o me dunameos archein eauto pros apologian, alla tes eterou deomenos boethei.

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