Comentario Católico de George Haydock
Salmo 118:164
Siete. A menudo, (Worthington) como la palabra significa, Proverbios xxiv. dieciséis., &. (Vatable) --- Sin embargo, aquí puede determinar el número exacto, como parece haberlo tomado la Iglesia, instituyendo las siete horas canónicas del día, y maitines y laudes para la noche, a imitación del salmista. (Berthier; ver. 147) --- R. Solomon lo entiende literalmente, prescribiendo la oración dos veces antes de la lectura del decálogo, y una después por la mañana; y por la tarde, dos veces antes y después de la misma conferencia.
La Iglesia ha ordenado que los maitines se recen por la noche, laudes por la mañana, prima, tierce, sexta, ninguna, vísperas y cumplidas, en el transcurso del día. (San Benito, reg. 8. y 16.) (Calmet) --- Este oficio eclesiástico consta de himnos, salmos, etc. (San Isidoro) --- Contra ella se han levantado algunos, particularmente contra esa parte que se decía en la noche, pretendiendo que Dios había hecho la noche para el descanso; y por eso fueron llamados nuctazontes, o herejes "somnolientos".
(San Isidoro, Of. I. 22.) --- San Jerónimo llama a Vigilantius Dormitantius, por la misma razón; como si fuera mejor dormir que mirar. Wycliff (Wald. Iii. Tit. Iii. 21.) y Lutero se han opuesto a la misma práctica santa, aunque sea tan conforme a las Escrituras ya los padres. (San Basilio, reg. Fus. 37; San Gregorio, marcar. Iii. 14; Ven. Beda, Hist. Iv. 7., & c.) --- San Clemente, como muchos suponen, (Worthington ) o al menos algún autor anterior al siglo IV, (Haydock) explica la razón por la que debemos orar en estos tiempos establecidos; pero nos advierte que no nos unamos a los herejes, ni en la Iglesia ni en casa.
(Constituciones Apostólicas viii. 40.) --- Porque, ¿qué sociedad hay entre la luz y las tinieblas? (2 Corintios vi.) San Cipriano, (o. Dom.) San Jerónimo, (ep. Ad Eust.) Y San Agustín (ser. 55. de Temp.) Mencionan varias de estas horas, y exhortan a los fieles ser diligente en asistir a estas oraciones públicas. (Worthington)