Para. Por eso me dirijo a ti y te suplico que no permitas que mis enemigos obtengan la victoria. (Worthington) --- Mi humilde y ferviente oración es otro motivo de confianza. --- Mis enemigos no se expresa en hebreo. (Calmet) --- Me niego a decir nada en mi propia defensa, no sea que ofenda a Dios. (Menochius)

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