El carro de Dios, descendiendo para dar su ley en el monte Sinaí; como también de Jesucristo, su Hijo, que asciende al cielo, para enviar desde allí el Espíritu Santo, para publicar su nueva ley, está acompañado de diez mil, es decir, de una innumerable multitud de ángeles gozosos. (Challoner) --- Literalmente, "con cuarenta mil". (Berthier) --- Innumerables huestes de Querubines, (Haydock) parecen ser el carro del Altísimo, Daniel vii.

(Worthington) --- Pero aquí se refiere a los israelitas, que vinieron a conquistar Canaán, Deuteronomio xxxiii. 2., Zacarías xiv. 5., y Habacuc iii. 6. (Calmet) --- Se contrasta la promulgación de la antigua y la nueva ley. Dios es el autor de la belleza de su Iglesia. (Menochius)

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