Dios no es tentador [5] de males y no tienta a nadie. Aquí, tentar es atraer y tentar a otro a la maldad del pecado, lo cual Dios no puede hacer. El griego también puede significar que no puede ser tentado ni tentar a nadie. Pero cada uno es así tentado por los malos deseos de su naturaleza corrupta, que se llama concupiscencia, y que no se llama propiamente pecado en sí mismo, sino sólo cuando cedemos a él. (Witham)

[BIBLIOGRAFÍA]

Deus enim intentator, es decir, non tentator; por el griego, griego: apeirastos; que puede significar intentabilis, qui non potest tentari.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad