Se hace culpable de todos. Es cierto que estas palabras no deben ser tomadas meramente según la letra, ni en el sentido que al principio parecen representar, como si un hombre al transgredir un precepto de la ley transgrediera y violara todos los demás: esto aparece por el En el siguiente versículo, que un hombre puede cometer asesinato matando a otro, y no cometer adulterio. Y es cierto, como observa San Agustín, que no todos los pecados son iguales, como pretendían los filósofos estoicos.

Ver San Agustín, Epist. clxvii, (nov. ed. tom. 2, p. 595) donde consulta a San Jerónimo sobre este mismo lugar fuera de St. James, y nos dice que se puede decir que tal hombre es culpable de todos, porque por uno pecado mortal actúa contra la caridad, [3] (que es el amor de Dios y del prójimo) de la que depende toda la ley y todos sus preceptos; de modo que, al quebrantar un precepto, pierde el hábito de la caridad y hace que el guardar o no romper todos los demás sea inútil para él.

En segundo lugar, se puede agregar, que todos los preceptos de la ley deben ser considerados como una ley total y completa, y como una cadena de preceptos, donde al romper un eslabón de esta cadena se rompe toda la cadena, o el Integridad de la ley, constituida por un conjunto de preceptos. En tercer lugar, se puede decir que quien quebranta cualquier precepto, menosprecia la autoridad del legislador, que los ordenó a todos, y bajo pena de ser excluido para siempre de su vista y disfrute.

Por lo tanto, un pecador, por una grave ofensa contra cualquier precepto, pierde su herencia celestial, está sujeto a castigos eternos, como si hubiera transgredido todos los demás: no sino que los castigos en el infierno serán mayores contra los que han sido mayores. pecadores, mayor será la recompensa en el cielo para los que han vivido con mayor santidad y perfección. (Witham) --- Culpable, etc.

Es decir, se convierte en un transgresor de la ley de tal manera que la observación de todos los demás puntos no le servirá para la salvación; porque desprecia al legislador y transgrede el gran y general mandamiento de la caridad, aun con un solo pecado mortal. (Challoner)

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