Mañana a esta hora te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín, y lo ungirás para que sea el capitán de mi pueblo Israel, para que salve a mi pueblo de la mano de los filisteos, porque estos últimos estaban acosando a los israelitas. Israelitas más o menos, tratando de recuperar el dominio total sobre ellos; porque he mirado a mi pueblo, porque su clamor ha llegado a mí. Los había mirado con misericordia y con la clara intención de traerles liberación.

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