¿No eran los etíopes y los lubim una gran multitud, 2 Crónicas 14:9 ; 2 Crónicas 12:3 , ¿ con muchísimos carros y jinetes? Sin embargo, porque te apoyaste en el Señor, Él los entregó en tus manos. Esta experiencia debería haber fortalecido la fe de Asa hasta tal punto que no hubiera pensado en hacer uso de los trucos políticos con los que había mostrado falta de confianza en Jehová.

V . 9. Porque los ojos del Señor corren de un lado a otro por toda la tierra, Él es el Dios omnisciente y omnipresente, para mostrarse fuerte a favor de aquellos cuyo corazón es perfecto para con Él, que se aferran a Él con total lealtad. Su poderosa ayuda nunca ha abandonado a Sus hijos. En esto has obrado neciamente, obrado como un necio, sin la debida comprensión; por tanto, de ahora en adelante, como castigo por esta falta de confianza, tendrás guerras. Tanto Asa como sus sucesores se vieron envueltos en las disputas de las grandes potencias vecinas de Judá.

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