Y derribaron los altares de los baales en su presencia, dondequiera que se encontraran estas evidencias de la idolatría cananea; y las imágenes, las estatuas solares erigidas según las costumbres caldeas, que estaban en lo alto por encima de ellas, las cortó; y las arboledas, las estatuas de madera consagradas a Astarté, y las imágenes talladas y las imágenes de fundición, las partió y las hizo polvo, como hizo Moisés con el becerro de oro en Horeb, y las derramó sobre las tumbas de los que habían sacrificado a ellos, exponiendo así la culpa de los que yacían en esos sepulcros delante de todos los hombres.

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