En aquellos días, en algún momento durante la última parte de su reinado, después de haber gobernado catorce años, Ezequías estaba enfermo de muerte. Tenía entonces treinta y nueve años y estaba en el mejor momento de su vida. Y se le acercó el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: Jehová ha dicho así: Pon tu casa en orden, literalmente, "Manda sobre tu casa"; debía tomar las medidas que normalmente toma una persona que espera morir en relación con la disposición de sus bienes y la gestión de sus asuntos; porque morirás y no vivirás, su enfermedad era mortal a menos que interviniera algún agente sobrenatural.

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