E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová arrojó delante de los hijos de Israel. Parece que los sacerdotes malvados y los falsos profetas habían formado un partido y se habían insinuado en el favor del joven rey, que era poco más que un niño, persuadiéndolo de llevar a cabo sus designios.

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