Y cuando Jehú llegó a Jezreel, Jezabel se enteró; y se pintó la cara, aplicándose una preparación especial a sus cejas y párpados, y cansó su cabeza, poniéndose la diadema y la corona que mantenían su elaborado tocado en su lugar, y miró por la ventana, arrogante, egoísta. - voluntaria y desafiante hasta el final, esperando que la majestad de su posición la salvara.

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