Y consumirás a todo el pueblo que el Señor tu Dios te entregará, entregándolos en manos de Israel; Tu ojo no tendrá piedad de ellos, toda falsa simpatía que pudiera entrar en el corazón por el ojo al ser testigo de la difícil situación del enemigo debe ser desterrada; ni servirás a sus dioses, porque eso te será un lazo que los hundiría también a ellos en la destrucción.

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