Pero así haréis con ellos: destruiréis sus altares, que estaban consagrados a las abominaciones de la idolatría, y derribaréis sus imágenes, las columnas o estatuas de piedra que representaban sus ídolos, y cortaréis sus arboledas, columnas de madera erigidas en Astarte, la diosa del amor y la fecundidad, y quema sus imágenes esculpidas con fuego, destruye por completo hasta el último vestigio de ellas.

Toda idolatría es una abominación ante el Señor, y Él quería que Israel se apartara de toda evidencia de ello con el mayor desprecio, así como espera que los cristianos eviten la intimidad con los incrédulos, para que no pierdan la preciosa joya de su fe.

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