De modo que yo era grande, poseía riquezas y poder, y crecí más que todos los que me precedieron en Jerusalén, como lo corroboran plenamente los relatos históricos, 1 Reyes 9-11; También mi sabiduría permaneció conmigo, estuvo a su lado en todos sus experimentos para encontrar la felicidad, nunca se fue de su lado, porque estaba honestamente preocupado por encontrar verdadera satisfacción en esta vida, si era posible.

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