y que el rey nombre oficiales en todas las provincias de su reino, un asunto fácil de realizar con el extenso sistema de correos persa, para que puedan reunir a todas las hermosas jóvenes vírgenes en Susán, el palacio, en la casa de las mujeres, el aposentos apartados para el harén real, bajo la custodia de Hege (o Hegai), el chambelán del rey, el eunuco principal, guardián de las mujeres; y que les sean dadas sus cosas para la purificación, que, incluida la limpieza y unción con aceites y perfumes preciosos, se extendió por algún tiempo;

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