Y sucedió que al día siguiente Moisés se sentó a juzgar al pueblo, a escuchar casos, a ajustar diferencias y a dar consejos. Y el pueblo estuvo junto a Moisés desde la mañana hasta la tarde. Siendo tan grande el número de personas, había muchos asuntos que ajustar y muchas dificultades que desenredar, y le tomó mucho tiempo y energía a Moisés.

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