Por tanto, guardaréis el sábado, observadlo muy religiosamente; porque es santo para vosotros. Todo el que lo profanare será condenado a muerte; la profanación o profanación del día consistirá principalmente en no observar el descanso ordenado por el Señor; porque cualquiera que haga alguna obra en él, esa alma será cortada de entre su pueblo, siendo la violación del sábado un crimen capital.

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