y sabréis que yo soy el Señor, por los juicios que él ha impuesto; porque no habéis andado en Mis estatutos, o "en cuyos estatutos", en su aplicación especial al caso de Israel, "no habéis andado", ni ejecutado Mis juicios, para vivir sus vidas de acuerdo con su justicia, sino que habéis hecho conforme a las costumbres de las naciones que os rodean, al hacerse culpables de la idolatría que practicaban las naciones gentiles. Cf. Ezequiel 5: 7. La verdad y el poder de esta palabra ahora se revelaron de la manera más impresionante.

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