Por tanto, montes de Israel, oíd la palabra del Señor Dios, que es siempre el Defensor de su pueblo: Así dice el Señor Dios a los montes y collados, a los ríos o barrancos y a los valles, a los páramos desolados, las ruinas esparcidas por todo el país, y a las ciudades abandonadas, como resultado de la conquista caldea, que se convirtió en presa y burla del residuo de los paganos que andan por los alrededores, los objetos inanimados en todo el país ser representativo, con gran énfasis, de los antiguos habitantes y de quienes habitarán allí en el futuro;

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