Caerás sobre los montes de Israel, en el mismo lugar donde el enemigo esperaba obtener la victoria, tú y todas tus bandas, las huestes que se habían unido a él para atacar al pueblo del Señor y al pueblo que está contigo. Te daré a las aves voraces de toda especie, las bestias de presa emplumadas o aladas, desde los grandes buitres hasta el minúsculo parásito, y las bestias del campo para ser devoradas, en una muerte ignominiosa.

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