Así ha dicho Jehová el Señor: Golpea con tu mano, ya sea con palmas o con golpe en el muslo, y golpea con tu pie, con indignada impaciencia con la dureza de corazón de Israel, y di: ¡Ay de todas las malvadas abominaciones de la casa de Israel! que debería haber sido necesario llegar a tales extremos para hacerlos entrar en razón. Porque a espada, de hambre y de pestilencia caerán, los grandes azotes de la ira del Señor.

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