Y ella dijo: ¿Quién le hubiera dicho a Abraham que Sara debería haber dado de mamar a los niños? Porque le he dado un hijo en su vejez. Fue una ocasión de gran regocijo; pues Sara, en referencia al nombre que el Señor había elegido para el niño, gritó: "Risa que Dios ha preparado para mí; todos los que la escuchen se regocijarán conmigo", llena de asombro por el niño dado milagrosamente. ¿Quién hubiera pensado o se hubiera atrevido a expresar la idea de que ella debería tener un hijo propio al que abrazar y amamantar?

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