Toma, te ruego, mi bendición que te es traída; porque Dios me ha bendecido, y porque tengo bastante. El favor y la bondad de Dios habían bendecido a Jacob tan ricamente que tenía todo lo que necesitaba y de sobra. Y lo instó, y lo tomó. Así se fortaleció el nuevo vínculo de amistad y fraternidad.

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