Quince codos hacia arriba prevalecieron las aguas; y se cubrieron las montañas. Pensar en una inundación parcial, en un diluvio local, con este sencillo relato ante nosotros, era una locura; porque si el Diluvio, después de alcanzar su cima, permaneció en la tierra por más de cien días y el arca no se posó en el Monte Ararat hasta que las aguas se calmaron, entonces es lógico pensar que debe haber sido mucho más alto que 16,000 pies, la altura del monte Ararat, y el hecho de que el agua busque su propio nivel, solo exigiría nuestra creencia en la universalidad del Diluvio. Además, la expresión es muy general: se cubrieron las montañas; dondequiera que estuvieran en toda la superficie de la tierra, estaban escondidos por esta masa de agua enviada como castigo por Dios.

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