Y esperó aún otros siete días y envió la paloma, que no volvió más a él. La paloma, al encontrar lugares para descansar y comida en abundancia, ya no sintió la necesidad de regresar al refugio del arca. La atracción de la libertad, dadas las circunstancias, y la nueva vida superaron el deseo de regresar. El gran Diluvio fue cosa del pasado.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad