Pongo mi arco en la nube, y será por señal del pacto entre mí y la tierra. En confirmación de sus palabras, Dios le dio al hombre una señal especial, o señal, para generaciones eternas, que durará mientras la tierra permanezca. Esta señal iba a ser un recordatorio del pacto que el Señor estableció ahora entre Él y todos los seres vivientes. Es el arco iris, el arco de Dios, que es la señal de Su pacto. Lo puso en las nubes de lluvia, estableciendo así esa ley de la naturaleza que causa la refracción de los rayos de luz cuando atraviesan gotas de agua.

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