Cuando escuché, mi vientre tembló, es decir, de terror ante la revelación del poderoso juicio de Jehová, mis labios temblaron ante la voz, de modo que él no pudo calmarlos; la podredumbre entró en mis huesos, una sensación de abrumadora debilidad, y temblé en mí mismo para poder descansar en el día de la angustia, en silencio, en silenciosa sumisión, esperando el día de la angustia. Cuando se acerque al pueblo, lo invadirá con sus tropas, o "cuando se enfrente al pueblo que lo atacará", cuando se espere la conquista por parte del invasor.

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