También haré de él, el sitio de Babilonia, una posesión para el avetoro, o un animal parecido al puercoespín que habita en los yermos del valle del Éufrates, y charcos de agua, pantanos resultantes del desborde anual del río; y la barreré con escoba de destrucción, tratándola como un montón de basura, ha dicho Jehová de los ejércitos. Como se señaló al final del capítulo 13, esta profecía se cumplió literalmente, como muestran los relatos de las excavaciones babilónicas.

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