También los instrumentos del rufián, del fraudulento, del hipócrita, son malos; Él maquina maldades, conspiraciones de todo tipo, para destruir al pobre con palabras mentirosas, para traer destrucción sobre el afligido con palabras de mentira, aun cuando el menesteroso habla bien, cuando suplica con plena justicia, cuando sus demandas son justas.

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