Entonces el rey Sedequías envió y lo sacó; y el rey le preguntó en secreto en su casa, probablemente porque se avergonzaba de ser visto por sus cortesanos, y dijo: ¿Hay alguna palabra del Señor? cualquier revelación de Jehová favorable a su causa. Y Jeremías dijo: La hay, pero no en el sentido que Sedequías tenía en mente; porque, dijo, serás entregado en mano del rey de Babilonia.

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