Egipto se levanta como un río, como el Nilo mismo, y sus aguas se mueven como ríos, como el torrente de las aguas cerca de sus desembocaduras; y dice: Subiré y cubriré la tierra; Destruiré la ciudad, es decir, todas las ciudades y sus habitantes. Tal fue la orgullosa jactancia de Egipto al confiar en su propia fuerza.

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