Y cada uno engañará a su prójimo, extralimitándolo, tratando de sacar ventaja de él, y no hablará la verdad; Han enseñado a su lengua a decir mentiras, la lengua, por así decirlo, casi obligada, como si no quisiera volverse culpable de tanta iniquidad, y se fatiga a cometer iniquidad, y se esfuerza mucho en ese fin, porque el pecado es un pecado. maestro duro.

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