¿Quién puede descubrir el rostro de su manto, la cota de malla escamosa en su espalda? Está tan firmemente conectado con su cuerpo que ningún hombre puede quitárselo. ¿O quién puede acudir a él con su doble brida? ¿Quién se atrevería a entrar por las fauces abiertas del cocodrilo, mientras estira la boca con su doble hilera de afilados dientes?

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