Por tanto, me aborrezco a mí mismo, Job repudió y rechazó por completo todas sus declaraciones imprudentes, que habían arrojado calumnias a la justicia de Dios, y se arrepintió en polvo y ceniza, en la más profunda humillación y duelo. Ésa es la actitud adecuada a tomar si uno está convencido de algún error en su vida pasada; no para difamar el asunto, sino para hacer una confesión completa, para venir al Señor con mansedumbre y arrepentimiento, pidiendo Su perdón.

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