Entonces, si todavía tuviera consuelo, él encontraría consuelo en este hecho; sí, me endurecería en el dolor. Que no perdone, más bien, "saltaría en un dolor implacable", debido a su fuerza excesiva que no le prometía un respiro; porque no he ocultado las palabras del Santo. El hecho de que no hubiera negado al Señor era la confianza de Job en medio de toda angustia y miseria, incluso si el dolor que le causaba fuera prácticamente insoportable.

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