Así que la gente de Nínive creyó a Dios, aceptaron su palabra, se llenaron de un temor saludable y proclamaron un ayuno, como una evidencia externa de su dolor, y se vistieron de cilicio, el manto de luto, del mayor de ellos aun. al más pequeño de ellos, viejos y jóvenes, todos sin excepción.

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