Así dice toda la congregación del Señor, ¿Qué transgresión es esta que habéis cometido contra el Dios de Israel, en abierta rebelión contra Jehová, a alejarse hoy de seguir al Señor, por un acto de infidelidad y deslealtad, en el que vosotros ¿Os edificasteis un altar para que os rebelaras hoy contra el Señor? Aunque el lenguaje pueda considerarse fuerte, el celo que lo impulsó fue, en todo caso, digno de alabanza, ya que el altar, aunque no fue construido para un lugar de sacrificio, sin embargo, podría pervertirse fácilmente para ese uso, y llevar a todo el pueblo a el pecado de la idolatría. En todo caso, las dos tribus y media no deberían haber emprendido la construcción de este altar sin antes consultar con Josué o con el sumo sacerdote.

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