Y Dalila dijo a Sansón, incitándola su avaricia y su aflicción: Hasta ahora te burlaste de mí y me dijiste mentiras; dime a qué te pueden atar. Ella ha superado los halagos y ahora exige saber. Y él le dijo, acercándose cada vez más a la verdad completa: Si tejes los siete mechones de mi cabeza con la tela, es decir, que en el telar de pie en su apartamento, tan común, en aquellos días, como una rueca fue en períodos posteriores en otros países.

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