Y sobre los que queden vivos de ti enviaré un desfallecimiento en sus corazones en las tierras de sus enemigos, llenando sus corazones con un miedo cobarde, con el abatimiento de un terror irrazonable; y el sonido de una hoja sacudida los perseguirá; y huirán como huyendo de la espada; y caerán sin que nadie los persiga, víctimas más de su propio terror que de cualquier daño que les hagan sus enemigos,

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