Pero si no puede traer dos tórtolas o dos pichones, si la condición de pobreza es muy extrema, el que pecó traerá como ofrenda la décima parte de un efa de flor de harina (como dos y medio cuartos de galón) como ofrenda por el pecado. No pondrá sobre ella aceite, ni pondrá sobre ella incienso, como en el caso de las ofrendas; porque es una ofrenda por el pecado y, aunque se ofrecía sin sangre, se permitía en casos excepcionales, ya que se complementaba con el sacrificio anual en el Día de la Expiación.

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