Porque todas las personas, todos los involucrados en esta profecía, caminarán cada uno en el nombre de su Dios, en el poder del único Dios verdadero en quien él cree, cuya esencia así se da a conocer, y caminaremos en el nombre de el Señor, Dios nuestro, por los siglos de los siglos, con plena confianza en su fuerza de apoyo y poderosa protección, que desvía todos los esfuerzos de los enemigos por perturbar la paz interior de la Iglesia.

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