Y de los levitas hubo divisiones en Judá y en Benjamín, es decir, a los que no eran residentes de Jerusalén se les asignaron ciudades definidas en el territorio de estas tribus anteriores, o algunos levitas fueron trasladados de las estaciones de Judá a las ciudades de Benjamín. Así, los hijos de Israel, aunque estaban bajo la jurisdicción del monarca persa, pudieron servir a su Dios según los dictados de su propia conciencia.

La libertad religiosa es una bendición especial de Dios, y todos los cristianos deben apreciarla, disfrutándola con corazones llenos de alabanza agradecida y manos dispuestas. Note también que era el propósito de Dios mantener a Israel en su posición aislada hasta que viniera el Mesías, porque la salvación era de los judíos.

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