Pero tendré misericordia de la casa de Judá, el reino del sur, en el cual los pocos que representaban su reino en la tierra aún observaban Su adoración, y los salvaré por el Señor, su Dios, mediante una liberación poderosa, y no los salvará con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni con jinetes, el amontonamiento de los sinónimos muestra la inutilidad de todo poder humano frente a los decretos del Señor.

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