Y yo, que soy el Señor, tu Dios, de la tierra de Egipto, donde por primera vez reveló la grandeza de su misericordia para con Israel, te haré habitar en tabernáculos como en los días de la fiesta solemne, sin duda la alusión a la Fiesta de los Tabernáculos, que no solo conmemoró las privaciones del viaje por el desierto, sino que también llamó la atención de los israelitas sobre las bendiciones con las que el Señor les suministró tan ricamente en la Tierra Prometida.

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